– La última noche en ValparaÃso… esperé a que todos estén dormidos.
Necesitaba verlos asÃ, sin que pudieran replicar mi mirada.
A los pocos segundos mis ojos ya se acostumbraron a la oscuridad casi completa.
Una de las ventanas estaba abierta…
Comenzó a filtrarse la voz de una mujer joven cantando,
“no quiero que te vayas
la noche esta muy frÃa
abrÃgame en tus brazos
hasta que vuelva el dÃa”
Buenas noches chiquitos, tengo que volver.
N. y N.
– Esa maldita costumbre de pensar que cada acontecimiento, por más estúpido que fuera, tenÃa un significado en su vida.
En plena madrugada la ciudad se invade con la voz de una mujer joven cantando, los sonidos retumbaban por los cerros de ValparaÃso, por las chapas de colores de las casas de las gentes de buena voluntad.
“regálame esta noche,
retrásame la muerte.”
– Si en este momento anda dando vueltas por la ciudad escuchará la voz de la dama, y no dudará…
– … Nos tenemos que volver a Córdoba.
– Claro.