ESTRATEGIAS DE COOPTACIÓN. La relación con las políticas públicas en Argentina durante 2012

estrategias_cooptacion
(imagen por cypherone – Taiwan)
Este Artículo forma parte del ANUARIO ROSARIO 2012
Registro de acciones artísticas. Rosario, 2012.
editado por Lila Siegrist, Pablo Montini y Georgina Ricci
17 x 24 cm. 264 páginas. ISBN 978-987-28774-2-2
artículo redactado en noviembre de 2012

El asunto es ser capaz de dibujar un triángulo. Porque un triángulo es la base de un diagrama que explicita el posicionamiento de los individuos y las instituciones, sus relaciones efectivas y las relaciones posibles entre ellos, sus mutuas influencias y sus transferencias de conocimiento.

Así y todo las personas y las instituciones están en una relación asimétrica. Inevitablemente asimétrica. Toda institución desarrolla procedimientos que le permiten estar preparada para resolver contingencias que exigen o cuestionan su labor. Las personas tienen su iniciativa, conocimientos, curiosidad y su capacidad de trabajo.

Esta situación en el campo del arte contemporáneo es paradigmática. Desde la crisis institucional e ideológica de 2001 en Argentina, los trabajadores de arte contemporáneo y las gestiones autónomas han resuelto en la producción artística y en la gestión de esta producción cuestiones complejas del sistema.

Construyeron autonomía en la toma de decisiones y en el planteamiento de sus líneas editoriales, construyeron mecanismos de subsistencia económica y financiera, se constituyeron como interlocutores válidos ante el desierto de las escenas que fueron devastadas por la crisis y frente a las instituciones que se beneficiaron (y benefician) de la confusión entre cultura y arte contemporáneo.

Durante diez años las gestiones autónomas construyeron -conjuntamente con el desarrollo de sus obras- la capacidad de “nominación legítima»[1]; diversificaron sus competencias e instauraron su facultad crítica. Todo esto está descrito en el artículo “Historizar el Presente» (noviembre 2012) [2].

Las instituciones públicas, por otro lado, lograron sobrellevar -en pocos años- la enérgica resistencia del “que se vayan todos« [3]. En parte porque los individuos no pueden sostener -dentro del Estado- una resistencia permanente a las instituciones y, en parte, porque las instituciones reaprendieron que su principal capital es la confianza que generan para ejercer el monopolio de la violencia legítima (a través de la aplicación de normativas [4]).

Esta animosidad inicial -profundamente justificada- hizo replantear a las instituciones públicas y privadas sus relaciones con los otros agentes del campo y con las provincias. Sólo un par de ejemplos: la instauración de las Becas Nacionales para Proyectos Grupales del Fondo Nacional de las Artes (FNA) y el Programa Interfaces – Diálogos Visuales entre Regiones – Arte contemporáneo argentino (de relaciones entre provincias) [5].

La modificación en el actuar institucional reconoció la existencia de una diversidad y multiplicidad de voces, pero -a contrapelo del carácter federal del discurso- reafirmó que las líneas editoriales se trazan en Buenos Aires y desde allí se llevan a cabo. Es en Buenos Aires donde Dios reside y atiende [6].

Conversábamos hace unos años con Leonello Zambón que la única posibilidad de libertad es que no te hayan descubierto. Y eso ocurrió con las gestiones autónomas de arte contemporáneo: hasta que fueron reconocidas como objeto de las políticas culturales públicas podían resolver las cuestiones locales, establecer vínculos esporádicos con otras gestiones (al modo de convenios tácticos) y trabajar su glosario y procedimientos de manera casi artesanal. En algunos casos, como una estrategia de resistencia similar al de una guerrilla: bajo liderazgos carismáticos y con indistinción de parámetros.

De allí la importancia de reflexionar -y accionar sobre- la profesionalización de la gestión ya que es a partir de ésta que es posible superar las prácticas deficientes propias de escenas locales en desarrollo.

Así es posible reemplazar la estrategia de resistencia por la estrategia de autovalidación (evitando las intervenciones basadas en la reacción), así es posible salirse de los liderazgos carismáticos a partir de la distribución de roles y delegación de funciones hacia dentro de las gestiones y así es posible establecer parámetros de calidad que excedan el gusto y el amiguismo.

No es casual que las discusiones sobre esta problemática se reactivaran el año pasado. De hecho, el Encuentro de Gestiones Autónomas de Artes Visuales Contemporáneas [7] tenía el objetivo de poner en discusión y crítica nuestros propios modelos de trabajo; así como establecer colectivamente líneas de acción que tendieran -justamente- a la profesionalización de nuestra actividad.

Pero la reacción de la institucionalidad pública (nacional y provincial) ante esta consolidación no era de esperarse. Es lo que hemos llamado Estrategias de Cooptación. Esto es: tomar ideas y procedimientos desarrollados y conceptualizados extramuros y llevarlos a cabo con la maquinaria institucional para beneficio de las líneas editoriales de la institución.

Dicho de otra manera: fagocitar la producción (artística y discursiva) para el despliegue y reproducción del sistema (político-público) vaciando los significantes e implementando satisfactores sucedáneos.

Hay en esto un triunfo y un fracaso. Hay un triunfo en que la institucionalidad reconoce que la realidad excede lo que ella enuncia, los controles que establece y las acciones que implementa. Hay un fracaso cuando su implementación exige la presencia y certificación de un funcionario público y excluye aquellos gestores que pudieran resultar críticos a esa implementación. En los hechos, lo que hace la institucionalidad es unificar los modelos de trabajo, los subordina a sus decisiones y los rentabiliza a su favor.

Un ejemplo claro de lo que venimos describiendo en este artículo es la realización del II Encuentro Nacional de Artistas Visuales y Curadores con Proyectos de Gestión realizado en San Juan entre el 8 y 11 de noviembre de 2012 y que fue organizado y financiado por el FNA, la Secretaría de Cultura de la Nación, el Centro Cultural Haroldo Conti (Buenos Aires) y el Museo de Bellas Artes Franklin Rawson.

Por cuestiones de extensión de este artículo nos centraremos en tres cuestiones que evidencian el fenómeno que describimos. Primero, los diagnósticos de escenas locales fueron realizados -en modo de conferencias- exclusivamente por funcionarios públicos [8] y no por gestores autónomos. Segundo, por la propuesta de formación de una Red Virtual de Proyectos Gestionados por Artistas; siendo que preexisten a lo menos dos iniciativas autónomas relevantes al respecto [9]. Tercero, por la ausencia de referentes relevantes que -con sus años de experiencia en la gestión en escenas locales- habrían colaborado a un debate efectivo y no sólo a la enunciación de portafolios y programas públicos de asistencia.

Todas estas decisiones -tomadas al momento de planificar y llevar a cabo este Encuentro- buscan reforzar la idea (o hacer parecer) de que las gestiones autónomas tienen un sólo interlocutor y financista: el Estado.

Y con estas acciones se destruye la noción misma de autonomía en la gestión de arte contemporáneo. Porque canaliza la reparación de las falencias (del sistema y de esas mismas políticas públicas) en uno sólo de los agentes del sistema. Porque intenta monopolizar los circuitos de circulación e inscripción y porque desestima las virtudes de la organización entre gestiones para constituirse en capacidad efectiva de trabajo y proposición. Entre otras cosas.

Pero -como decimos respecto a las políticas de adquisición de colecciones- los errores pueden quedar al fondo de la bodega para no reincidir en ellos.

El asunto es qué es lo que nos enseñan estos procesos de institucionalización de las gestiones autónomas. Aquí describiremos cuatro fenómenos relevantes: el Efecto Coca Sarli, el Casting Sábana, la Tentación del Funcionariato y De la borradura a la a-historización.

El Efecto Coca Sarli. La actriz argentina conocida por su frase “¿Qué pretende usted de mí?» define la situación a la que se ven enfrentadas muchas gestiones autónomas jóvenes (es decir, con pocos años de ejercicio) que deben ficcionar cuáles son los requerimientos de políticas de acceso con criterios poco explícitos o convenientemente ambiguos; y que -para ser reconocidas como tales- deben cumplir expectativas (de un deseo caprichoso). La política pública se ejerce sin argumento ni justificación y los gestores quedan sujetos a estimar cuál podría ser su moda (reiteración y recurrencia) para organizar su quehacer.

El Casting Sábana. Que no es otra cosa más que la selección, inclusión y/o inscripción de artistas, trabajadores de arte contemporáneo y de funcionarios por criterios extra-profesionales. Las modalidades van desde las denominadas “políticas de la amistad»; la inclusión de personas con incompatibilidades evidentes para el ejercicio de un cargo o función [10] hasta las retribuciones venéreas. Esto -más allá de la anécdota de saber quién con quién- constituye una malversación de funciones y genera la noción de que el acceso a una carrera en arte contemporáneo puede hacerse de otra forma que a partir de la demostración de la calidad de la obra/gestión, de la argumentación de su valor simbólico o por el reconocimiento de sus pares.

La Tentación del Funcionariato. Implica que -una vez desvalorizada la noción de autonomía, su capacidad crítica y sus rentabilidades simbólicas- el gestor se ve enfrentado a una disyuntiva: asumir el riesgo (personal y profesional) de intentar innovaciones en el campo del arte o establecerse -dentro o fuera de la institución- como dependiente de los fondos concursables. Esto genera Arte de Estado y Arte Ilustrador de Teorías.

De la Borradura a la A-historización. Se refiere a la política de negación de los procesos, prácticas e intervenciones de arte contemporáneo que antecedieron a las iniciativas actuales. Esto tiene una eficiencia evidente: en un estado de presente permanente cualquier acción parece innovadora. Pero carga con ello un debilitamiento de los criterios de calidad (de estas acciones e intervenciones), de inexistencia de parámetros para juzgar y de falta de contrastación discursiva. Esto no puede llevar sino a la autocomplacencia.

Insistimos -como siempre- que este análisis del funcionamiento del sistema de arte contemporáneo y de la institucionalidad pública no está dirigida a personas porque -a pesar que son personas reales quienes las piensan, diseñan y llevan a cabo sus programas- el asunto aquí es cómo se consolidan procesos [11].

Existe entre los gestores autónomos, por cierto, una sana desconfianza hacia el establecimiento de estas políticas públicas. Pero entendemos que esta desconfianza hacia las políticas evidencia -en el mismo movimiento- una confianza en el sistema público de arte contemporáneo, que reconoce su necesidad y su razón de ser.

Sana desconfianza que se ha planteado, en noviembre de 2012, con la realización de dos foros provinciales que discutían estas cuestiones: el Foro Provincial de Políticas Culturales de las Artes Visuales [12] (Mendoza) y el 3º Foro de Arte Contemporáneo y Políticas Culturales [13] (San Miguel de Tucumán) donde los funcionarios públicos [14], como también los gestores, académicos, galeristas, artistas e investigadores de arte contemporáneo fueron colocados en igualdad de condiciones para debatir efectivamente estas políticas.

Planteamos en esos foros provinciales algunas cuestiones relevantes a este artículo: salir del círculo de la subvención de los artistas a las instituciones cuando no son retribuidos justamente por su trabajo; lo que implica la instauración (y el reconocimiento) de la noción de trabajador de arte contemporáneo; que las instituciones son más que un edificio con un caudillo; que las gestiones autónomas pueden organizarse para constituir un poder que equilibre el de la institucionalidad; y que para que los artistas sean capaces de actuar como sujeto político debían (metafóricamente) tener talleres de pintura epistemológica de Nietzsche, Marx y Lacan.

Para terminar. Esta es una novela de final abierto que depende de las capacidades de diagnóstico, plan y programa de las gestiones autónomas. Y de su potencialidad para (continuar con) el ejercicio crítico hacia dentro del entramado socio-cultural.

Depende, también, de la valoración de las políticas públicas de largo plazo que sean consensuadas con todos los agentes participantes del campo. Valoración y argumentación necesarias porque así se tenderá a valorar, respetar y fortalecer la disidencia. Porque la pluralidad no puede -ni debe- ser mera enunciación. Necesita ser puesta en acto para así evitar la “perfecta mezcla de decisión y sumisión que caracteriza siempre a los lacayos -como si a la casta de los señores no le gustara dar órdenes a seres incapaces de impartirlas-“ [15].

De allí que las políticas públicas tienen que orientarse hacia la emancipación práctica de las personas y esto es posible si son construidas desde la totalidad de los puntos de vista.

Finalmente, depende de que la institucionalidad pública sepa que debe exceder las políticas que aseguran su propia subsistencia para comprender su relación de co-dependencia con los otros agentes del campo.

Así podremos evitar la mala práctica de las estrategias de cooptación.

 

 

Jorge Sepúlveda T.
Curador Independiente
Ilze Petroni
Investigadora de Arte Contemporáneo

 

 

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PUNTOS DE VENTA DEL ANUARIO 2012

En Rosario

    • Oliva Libros, Entre Ríos 548
    • Buchín Libros, Entre Ríos 735
    • Peccata Minuta, Pasaje Pam, Córdoba 954
    • Gris Topo, San Lorenzo 861
    • Club Editorial Río Paraná, Velez Sarsfield 395
    • El Juguete Rabioso, Mendoza 784

En Rafaela

    • Librería Pura Letra, Saavedra 140

En Buenos Aires

    • La Internacional, Padilla 865 (entre Gurruchaga y Serrano)
    • La Libre, Bolivar 646 (San Telmo)
    • Arcadia Libros, Marcelo T. de Alvear 1548
    • Lilith Libros, Paraguay 4399

 NOTAS

  • 1 BOURDIEU, Pierre (1996): Cosas dichas. Barcelona: Gedisa.
  • 2 SEPÚLVEDA T., Jorge y PETRONI, Ilze (2012): “Historizar el Presente». Artículo de cierre de la edición digital del Encuentro de Gestiones Autónomas de Artes Visuales Contemporáneas realizado en Córdoba (Argentina) entre el 30 de junio y 4 de julio de 2011.
  • 3 Consigna de las protestas sociales del 19 y 20 de diciembre de 2001, luego de que el entonces presidente Fernando de la Rúa decretara por cadena nacional el estado de sitio como medida de contención tras “el corralito» (Decreto 1570/2001 que establecía prohibiciones para las entidades financieras y para el público. Entre ellas: la restricción de la libre disposición de dinero en efectivo de los ahorros bancarios de los ciudadanos).
  • 4 No nos referimos únicamente a la legitimidad de las fuerzas coercitivas del Estado, sino también al ejercicio de violencia simbólica a través de diferentes normativas. En el caso de las artes visuales éstas son múltiples y de variado espectro. Comprenden desde el uso y asignación de fondos públicos (aquello que se financia y se deja de financiar) y la selección de funcionarios y jurados (y cómo estos representan tomas de decisiones respecto a qué es el arte y a las inclusiones y exclusiones materiales y simbólicas, por ejemplo).
  • 5 Programa organizado por la Dirección de Artes Visuales de la Secretaría de Cultura de la Nación y que cuenta con el apoyo del Fondo Nacional de las Artes. Se inicia en diciembre de 2005 “(«¦) con el objetivo de estimular el cruce de experiencias locales en el campo de las artes visuales en la Argentina de hoy, intentando potenciar las aún débiles líneas de comunicación y los gestos de acompañamiento que los artistas desarrollaran en los últimos años, con la voluntad de ampliar la resonancia de sus ámbitos y producciones, conscientes también de la simultaneidad del deseo de escapar de las miradas normalizadoras que, como siempre, campean desde la ciudad de Buenos Aires. («¦) Se pretende, de este modo, crear una escena con la mayor espontaneidad y libertad de acción, en el respeto absoluto de una voluntad de decir que elude la convención y los supuestos de qué cosa es el arte y qué se debe decir, en territorios locales que siempre son, afortunadamente, esquivos a las miradas modelizadoras. («¦) El programa, iniciado en Mar del Plata en diciembre de 2005, y que se extiende durante todo 2006 hasta 2007, consta de cinco cruces entre ciudades y quince exposiciones que involucran a curadores, artistas e instituciones de Mar del Plata, Rosario, Tucumán, Río Gallegos, Córdoba, Posadas, Salta, Mendoza, Neuquén, Paraná y Buenos Aires. El programa se propone meticulosamente como una interface entre dos realidades y como una posibilidad de diálogo visual y desarrollo del pensamiento y la teoría acerca de las producciones artísticas contemporáneas en Argentina. La exposición derivada de cada cruce se presentará en las dos ciudades participantes del proyecto y en la sede del FNA en Buenos Aires, con el propósito de dar suficiente visibilidad a relevantes propuestas generadas en esos puntos del país.» En: http://www.fnartes.gov.ar/inter4.html
  • 6 El dicho popular en Argentina dice: “Dios está en todas partes, pero atiende en Buenos Aires».
  • 7 El Encuentro de Gestiones Autónomas de Artes Visuales Contemporáneas (Córdoba, 2011) fue concebido y producido por Curatoría Forense y Aníbal Buede (Casa 13) y el apoyo de Alejandro Londero. Para su realización contó con el apoyo financiero del Área de Gestión y Políticas Culturales de la Secretaría de Cultura de la Provincia de Córdoba (a cargo de la Dra. María Elena Troncoso) y tuvo el auspicio de Secretaría de Cultura de la Nación (a través de dicha Secretaría), la Universidad Nacional de Córdoba y la Universidad Blas Pascal. Fueron invitados: Fundación Estudio 13 (General Roca), La Mandorla (San Juan), Espacio Cripta / Cúmulo (San Miguel de Tucumán), Fundación del Interior / ED Contemporáneo (Mendoza), Central de Proyectos (Buenos Aires), Galería Nómade (Comodoro Rivadavia), Sitios Tangentes (Tucumán), Anuario. Registro de Acciones Artísticas (Rosario), Donde se juntan las aguas /Austrocedrus – Arte Contemporáneo a Cielo Abierto (Bariloche) y Poética Móvil (Puerto Madryn).
  • 8 Las presentaciones fueron realizadas por: Marcelo del Hoyo (Ex-curador de la Sala SOSUNC – Universidad Nacional del Comahue, Neuquén); Roberto Echen (ex curador general del Museo Castagnino + macro y actual Responsable del Departamento de Agenciamientos Artísticos del Centro de Expresiones Contemporáneas de la Municipalidad de Rosario); Laura Valdivieso (Directora del Museo Municipal de Arte Moderno de Mendoza); Andrea Elías (Directora del Museo de Bellas Artes de Salta) y Carina Cagnolo (Directora del Centro de Producción e Investigación en Artes de la Universidad Nacional de Córdoba).
  • 9 Nos referimos a Proyecto Cara (www.proyectocara.com.ar) y la Red de Gestiones Autónomas de Arte Contemporáneo – Latinoamérica (http://www.gestionautonomadearte.net).
  • 10 Como en las relaciones de parentesco hasta segundo grado: la reiteración en los cargos y la designación como pago de favores, entre otros.
  • 11 Desde hace siete años investigamos en arte contemporáneo sudamericano. Este trabajo de largo plazo supone conversaciones informales con primeras fuentes; entrevistas no estructuradas y cruce (triangulación) con datos duros y fuentes documentales (como constitución de jurados, plantillas y calendarios de trabajo, convenios explícitos, entre otros). Toda esta información -y su interpretación analítica- es la que nos permite construir y respaldar las hipótesis (provisorias) que aquí presentamos; así como también sus consecuencias. Nuevamente, debido a la extensión del artículo nos vemos impedidos a hacer una enumeración y descripción densa de los casos que justifican cada una de los argumentos vertidos.
  • 12 Este encuentro fue organizado por A.M.O – Artistas Mendocinos Organizados y contó con la colaboración de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Cuyo y de Agruparte (Centro de Estudiantes). Se realizó en el Aula Magna de la facultad los días 23 y 24 de noviembre de 2012.
  • 13 Organizado por el Proyecto del Consejo de Investigadores de la UNT (CIUNT) “Arte contemporáneo y políticas culturales en Tucumán» conjuntamente con el Taller C de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Tucumán. Esta tercera edición se realizó en la Casa del Bicentenario durante los días 21, 22 y 23 de noviembre de 2012.
  • 14 Estuvieron presentes los directores de Artes Visuales del FNA Fernando Farina (en Tucumán) y Andrés Labaké (en Mendoza).
  • 15 Benjamin, Walter: “Diario de París», Obras, IV, I, 2010, Editorial Abada, p. 536.

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