una cuestión provocadora :: sin objeto, con objetivo

Este Artículo forma parte
del especial sobre la
Bienal de Sao Paulo 2008

Durante los días que estamos acá en Sao Paulo hemos escuchado muchos comentarios sobre la actual bienal por parte de los artistas locales y los invitados, y también de mucha gente que, como nosotros, se mueve a pie. La más recurrente es la pregunta por el segundo piso sin obras, aquel que le dio el nombre mediático de Bienal del Vacío.

Hay todo tipo de intereses y curiosidades detrás de esas preguntas, desde la sorpresa (algo anunciada) hasta la indignación hay un amplio rango. Desde la cuestión de para qué asistir a una bienal en la que no se ven aquellos objetos (productos culturales) de la que se supone es depósito momentáneo y organizador, hasta las críticas por la no inclusión de las obras que, aun a propósito del tema, la complementarían.

En esto hay una incomprensión del planteamiento y del ejercicio y función de una curatoría. Por un lado ésta es una bienal de análisis del procedimiento, expectativas y exigencias de realizar una bienal, donde el diagnostico previo es que la proliferación ha causado un desgaste y una ineficiencia. Es una bienal que piensa bienales. Las obras seleccionadas indican eso.

Por otro lado, una curatoría siempre es una tarea discriminatoria debido a que necesita presentar un conjunto limitado de ejemplos suficientemente relevantes para la definición que se ha planteado como hipótesis o guión curatorial, es por eso que siempre hay mas obras que quedan fuera de la selección que las que son incluidas.

Una curatoría está basada en una investigación eficiente, diagramática y exhaustiva, lo que no implica que sea enciclopédica y/o casuística. Una curatoría debe ser capaz de reconocer las obras que selecciona como individualidades y establecer entre ellas relaciones relevantes.

Entonces, dejar un piso vacío (casi el 33% del espacio disponible) es un planteamiento que cuestiona acerca de la relevancia del uso y acumulación de obras para la enunciación del problema. Es un ejercicio de economía simbólica que pretende que a mejor uso de los recursos se obtienen mayores (y mejores) resultados.

Decir lo suficiente para comunicar lo imprescindible, donde cada obra incluida debe justificarse, en la argumentación curatorial, tan fuertemente que su inclusión no sea accesoria si no imprescindible. Esto no es privilegio de las bienales, es una pregunta posible de realizar a todas las exposiciones curatoriadas.

Entonces, el argumento de que esta bienal es producto de un déficit presupuestario, de un desfinanciamiento económico, me parece una excusa que únicamente nos protege de preguntarnos que es lo que tenemos adelante. La cuestión principal es donde colocamos la causa.

Si la bienal no usó el segundo piso por problemas económicos entonces eso quiere decir que la curatoría esta inevitablemente subordinada a la capacidad económica de la institución que la sustenta. En ese caso se sobrentiende que no se hizo más por que no había fondos. Pero se quería más que lo que se hizo.

Esto podría ser visto exactamente al revés. La pregunta podría ser por qué la forma en que se han realizado las anteriores bienales llevo a la institución a un desfinanciamiento económico y lo que aparece entonces es un desfinanciamiento simbólico del modelo bienal.

Me parece que ahí esta una de las cuestiones principales de esta bienal. ¿Es necesario el costo y el desgaste de ese segundo piso colmado de obras para el planteamiento de la cuestión curatorial?, ¿Como esa modalidad influye efectivamente en el planteamiento curatorial problemático?.

Si esta es una mala bienal ¿cómo sería una buena?. Eso he andado preguntando y las respuestas son disimiles, los planteamientos de la bienal anterior (curada por Lisette Lagnado) aun son discutidos aunque se la comprende como un punto de inflexión, entre otras cosas por haber eliminado las representaciones nacionales (primer síntoma de diferenciación con el modelo Bienal de Venecia), las bienales de Alfons Hug son consideradas bienales europeizadas y no lo suficientemente latinoamericanas, lo que sea que eso signifique. La única que concita acuerdo es la de los 500 años. ¿Por qué? Precisamente porque es considerada una bienal históricamente ilustrativa.

¿Es esto lo que tiene que ser una bienal? me parece que no, hay instituciones que están dedicadas permanentemente a suplir las necesidades históricas, patrimoniales, pedagógicas y un largo etcétera. La bienal debe buscar su especificidad de función y ser capaz de comprender cuando eso implica ajustar sus prácticas a sus objetivos.

Entonces entiendo que, en este punto, esta bienal suprimió los objetos para centrarse en los objetivos. Esto es una provocación que tienta a los incautos a confundir rebelión con continuismo. Solo por dar un ejemplo, ya que tratare este tema en un artículo más adelante, la intervención del grupo que se infiltro en el segundo piso para realizar un graffiti podría no ser un acto de rebeldía si no una solicitud expresa de un regreso a la acumulación de imágenes como modelo de bienal.

Es decir, esto es un acto que reclama el regreso a los modelos anteriores.  Colocado en los términos en que hablan los colectivos de arte político y de arte como activismo sería un acto de resistencia regresivo más que una proposición innovadora. Un tiro por la culata, una reclamación por un retorno a las anteriores reglas del juego más que un cuestionamiento de ellas. Una cuestión de costumbres.

El hecho es que esta bienal se diferencia de las otras 200 que se realizan en el mundo por que comprende que la producción discursiva (la curatorial, la de la historia del arte y de la discursividad implícita en la producción de obras) es un problema del sistema del arte. Un problema paralelo, simultáneo y complementario a la producción de objetos culturales en el que se puede restringir momentáneamente el uso de la imagen para comprender los criterios que están organizando el arte contemporáneo.

Jorge Sepúlveda T.
Curador Independiente
Sao Paulo, noviembre de 2008

6 Responses

  1. Felicitaciones por el articulo, siempre los leo pero casi nunca dejo comentarios. Bueno espero algun dia poder ir a una bienal, tal vez cuando me gradue en la licenciatura de Bellas artes. Gracias por actualizar el sitio, son muy interesantes tus articulos.

  2. estimado jorge sepulveda , me gustaría dejar algunas preguntas
    con respecto a su afirmación : es una bienal que piensa bienales, es que realmente se piensa en forma de evento?
    no es paternalista decir hay que pensar? (como si los demás no lo hicieran?)
    porqué no decir directamente lo que se piensa?
    porqué aceptar la realización de la bienal? megaevento multimediático donde el ruido tapa el pensamiento
    si la curadoría es investigación , el vacío significa que no hubo investigación? que no hubo pensamiento, que NO HAY OBJETIVOS?
    los objetivos pueden ser tan profundos o tan superficiales como los objetos
    la cultura es un producto del hombre, es un PRODUCTO (mala palabra en el supremo mundo de la curaduría) como tal es también objeto, es también imagen.
    saludos
    cristina schiavi

  3. Ante el auge de los medios de comunicación, la minuciosidad en las relaciones
    humanas se ha volcado en la tecnología, es inverosímil aceptar que Brasil
    convoque a una Bienal de Bienales -para hablar de análisis de procedimientos,
    expectativas y exigencias- con un segundo piso casi ocupado con el vacío de obras.
    No podemos creer que se deba a cuestiones de índole económica cuando el país
    transita otro perfil a nivel mundial.

    Creo que aquí se da lo que es para un escritor «el desafío del vacío de una página».
    La cual no puede o no quiere llenar con liviandad. En ese momento las palabras
    le resultan pocas y cortas de significación, o bien puede ser que este vacío se de
    como un recurso intencional para hacer un llamado de atención acerca del sin
    sentido con que otros escritores ocupan los blancos de vocablos pobres y llenos
    de apuro. Refiriéndome a La Bienal de Sao Paulo este vacío podría interpretarse
    como un llamado a la reflexión acerca de la esencia de las Bienales que se han
    multiplicado y en poco tiempo se pueden leer como un producto serial de fácil
    y conveniente canje para las naciones.

  4. Hola, muy buen argumento, casualmente leyendo sobre el metodo hermeneutico, de Oskar Batschmann, llegue a la misma conclusion,el metodo ES el objeto, el arte, un ejemplo mas a citar, pierde centralidad. El metodo se nombra analiza, deconstruye, objetiviza. gracias.

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